viernes, 31 de julio de 2015

Una cuestión de “principios”

Mauricio Epsztejn—
"Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros"
(Frase atribuida a Groucho Marx)
Aunque usted no lo crea, un precepto semejante es el que le recomienda a Mauricio Macri su asesor de imagen y política, el ecuatoriano Durán Barba, que desde hace varios años trabaja en el proyecto del ingeniero por llegar a presidente de la Nación. Con el fin de ofrecer a los dirigentes y funcionarios del PRO un compilado de respuestas a los interrogantes periodísticos sobre el sorpresivo cambio de discurso de su numen, el gurú distribuyó entre ellos un instructivo básico de diez, al que se puede acceder a través del enlace con Página12 que va al pie*.
Para despejar dudas sobre la autenticidad del material —que hasta la publicación de esta nota nadie desmintió —, se agrega un enlace con la versión completa de una reunión del PRO en la que el periodista de La Nación**—un medio ubicado en el extremo ideológico opuesto al del anterior — parece haber participado, donde Durán Barba le comunicó al tink tank de cerebros PRO las razones del cambio en la estrategia.

Ilegalidad al menudeo

Mauricio Epsztejn—
No es viveza criolla sino simple y llana ilegalidad generalizada la que se ha instalado en los lugares administrados por concesionarios privados para recargar la tarjeta SUBE y los celulares, ambos servicios públicos con precios regulados por el Estado. También hay cadenas de supermercados donde el precio indicado en la góndola difiere en contra suyo del que le cobran en la caja, sin que el cliente advierta la diferencia.
El tema de la SUBE y los celulares lo conoce todo el mundo y no pueden alegar lo contrario los funcionarios encargados del control, más aún si hay de por medio denuncias concretas que consignan lugar, día, hora y número de comprobante. En la mayoría de los casos el importe cobrado de más directamente se lo descuentan al usuario de monto que le cargan o del vuelto que le dan.

La AFA: poder político, poderosos intereses y… ¿AFA S.A?

Osvaldo Riganti—
Durante los 90 se impulsaron leyes para convertir a los clubes en Sociedades Anónimas. Sin detallar procedimientos, organismos de control, mecanismos de eventuales liquidaciones. Se quería presentar como un argumento irrefutable que las Sociedades Anónimas garantizarían eficiencia administrativa. En una Asamblea de River Plate, su presidente, el Dr. Pintado, adquirió el compromiso de que mientras él estuviera al frente, el club no sería convertido en una sociedad anónima. Eran momentos en que el grupo Hicks aumentaba su presión para gerenciar el fútbol del club de Núñez. A comienzos del milenio en River y Boca se luchó contra los intereses del gerenciamiento. Eran tiempos durante los que se quería arrasar con la estructura de las entidades civiles. En Racing se avanzó en la conformación de La Albiceleste S.A. En definitiva no se permitió la apropiación del patrimonio social por parte de grupos económicos, pero hoy el problema subsiste y detrás de los cantos de sirena de transparencia y renovación hay sectores que apuntan a la AFA S.A.

BAN!-Edición 2015 del Festival Internacional de novela policial

Donde el crimen real se mezcla con el crimen de ficción

Por cuarta vez consecutiva se realiza en Buenos Aires este festival concebido y dirigido desde su primera edición por el escritor Ernesto Mallo. Desarrollará sus actividades entre el 31 de julio y el 8 de agosto de 2015 en el Centro Cultural San Martín, donde confluirán escritores nacionales y extranjeros que cultivan el género para hablar sobre el cómo y el por qué dedican una parte de sus obras al mismo, que a su vez crece por “prepotencia de trabajo” –expresión popularizada por no se sabe quién y robada para esta nota sólo porque nos gusta y nos da placer coincidir con el motivo del festival–. Si a lo anterior se le suma la adhesión de los lectores que reconocen calidad literaria y verosimilitud a la mayoría de obras y autores que siguen con fervor, se explica la razón de por qué desde ya bastante tiempo esta categoría está entre las más difundidas de la literatura.
Sin embargo, como el tema de la “seguridad” –sobre todo referido al de la integridad física individual y patrimonial privada –se ha instalado de modo relevante en la consideración pública como si fuera lo central de la época, en buen medida impulsado por intereses económicos poderosos y grandes medios de comunicación, la literatura no puede dejar de abordarlo con sus propias herramientas.

Jaque frente a las cámaras

Por el profesor José Pecora—
Desde los comienzos del cine así como también de la televisión, la atracción que el ajedrez tiene en el ser humano, se vio reflejada en ambos medios de muy diversa manera. Muchas veces, el ajedrez fue la temática principal en películas y series televisivas, como en el caso de la famosa película muda Fiebre del Ajedrez, realizada en 1925, por Pudovkin  en ocasión de efectuarse en Moscú un importante torneo internacional, con la participación del campeón mundial de ese momento, José Raúl Capablanca.   (ver nota del mes de diciembre de 2012 de unoytres)
También en sus comienzos, el cine de animación le ha dedicado algunos cortos. Como ejemplo ilustrativo de los mismos podemos ver el video Chess Nuts, realizado por Max Fleischer en 1932, que tiene como protagonista al célebre personaje Betty Boop, que mostraba un “cierto contenido sexual” para su época. 

Célebre personaje creado por Max Fleischer en 1926 para Paramount Pictures
Con el paso de los años, se han creado dibujos animados con la temática del ajedrez de todo tipo, incluyendo el humor, como se puede apreciar en el siguiente video.

El último recurso

Por el profesor José Pecora—
Muchas veces se nos presentan posiciones que aparentemente están completamente perdidas, pero de golpe, en nuestra mente se nos revela un recurso salvador. Tal es el caso de la posición siguiente: 
Juegan las blancas y hacen tablas

Tcont, irrumpe en la narración oral y tiene futuro

Cinco mujeres uniformadas de negro y con chalinas de color, las Tcont, desembarcaron el sábado 25 de julio al anochecer en un bar temático del centro porteño, sobre la cortada Enrique Santos Discépolo. Cargadas de literatura en formato oral, canto, música y títeres, fueron capaces de convocar a un público que desbordó el recinto y que, al finalizar el espectáculo, hizo estallar el aplauso que resonó sobre la cortada sorprendiendo a los incautos paseantes que a esa hora circulaban por la zona. Conviene agregar que la sopresa las abarcó también porque no esperaban tamaño éxito en su primera incursión sobre un territorio y un público que, en algún sentido, está más allá de cierta endogamia que todavía caracteriza este tipo de expresión cultural.
Desde hace no muchos años la narración oral de cuentos literarios se viene expandiendo con fuerza en nuestro país y va generando manifestaciones artísticas que de alguna manera enlazan a la literatura con la actuación. Representan en si mismo una actividad creativa porque no se trata de una o más personas amantes de las letras que deciden seleccionar y leer en público cuentos de autores consagrados  o no. De por si sobran los antecedentes de los autores que por ese medio han difundido sus trabajos.

Lecturas de vacaciones

Mario Méndez—

Mi amigo Mauricio me toma de sorpresa, una vez más: se acerca el cierre de la revista digital  unoytres, que él dirige, y en la que me gusta colaborar, y no tengo nada para enviarle. Para colmo, estoy de vacaciones, ¿qué hacer? Pienso entonces en lo que me he traído para leer, y lo que andan leyendo mi mujer y mis hijas, y se me ocurre que por ahí puede haber una punta.
Los viajes son largos, y todos nos llevamos libros. Violeta, que acaba de cumplir los 13, leyó El hombre que quería recordar, magnífica novela juvenil de Andrea Ferrari; En el arca a las ocho, libro im-per-di-ble, de Ulrich Hub, un alemán. El libro, publicado por Norma en Torre de papel roja, no anda demasiado bien en ventas: los tres pingüinitos protagonistas se plantean, entre otras cosas, algunas dudas sobre la existencia de Dios, la justicia divina, la creación: una genialidad, tan graciosa como incómoda. Y además, me sorprende mi pequeña con una lectura para adultos, de una novela que yo creo destinada a ser un clásico juvenil, como pasó con El guardián en el centeno (o El cazador oculto), de Salinger: me refiero a El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon: el relato de Christopher, que padece (y no sé si decirlo así es correcto) una suerte de autismo, y hace una investigación policial, es atrapante, inolvidable.

San Martín, el sable corvo y la línea independentista

Osvaldo Riganti—
La presidenta de la República depositó el sable corvo de San Martín en el Museo Histórico Nacional. Representación significativa de nuestras luchas, lo empleó en su campaña liberadora de Chile y más tarde se lo legó a Rosas como reconocimiento por su defensa de la soberanía nacional.
El largo recorrido del sable estuvo asociado a la resistencia peronista durante 18 años de dictaduras y proscripciones. En 1963 todavía gobernaba el país José María Guido, en los tiempos que el historiador Félix Luna denominó “ficciones legalistas”. Electo Arturo Illia, una operación comando de la Juventud Peronista lo secuestró y emitió el comunicado que decía: “Desde hoy, el sable de San Lorenzo y Maipú, quedará custodiado por la juventud argentina, representada por la Juventud Peronista”. Condicionaban la devolución al retorno de Perón, la restitución del cadáver de Evita y la libertad de los presos políticos. Recuperado antes de asumir Illia, en 1965 se lo volvió a secuestrar, reclamando ahora la ejecución de los programas de La Falda y Huerta Grande y aludiendo a los riesgos que entrañaba lo que se dio en llamar el Partido Militar, que se entronizó al año siguiente. Onganía lo recuperó, a cambio de su promesa de no adoptar represalias.
El derrotero del sable no está disociado de la trayectoria del Libertador, que encarnó la línea independentista ante las vacilaciones de los gobiernos que sucedieron a la Primera Junta.

Lisandro de la Torre a 80 años del crimen en el senado

Osvaldo Riganti—
Lisandro De la Torre
Lisandro de la Torre nació en Rosario el 6 de diciembre de 1868. Se graduó de abogado en la Universidad Nacional de Buenos Aires y su tesis doctoral versó sobre el “Régimen Municipal”.
Participó de la Revolución del Parque y otros levantamientos radicales. Sus choques con Hipólito Yrigoyen lo llevaron a alejarse de esa fuerza. Propuso la expulsión de Yrigoyen en un Congreso, siendo silbado y abucheado. Se retiró indignado, diciendo que “merecemos un Roca”. Llegó a batirse a duelo con Hipólito Yrigoyen durante el cual llevó la peor parte y sufrió una herida en el mentón que lo condujo a usar barba por el resto de sus días.
Fundó la Liga del Sur, que pregonaba el derecho a elegir sin distinción de nacionalidad las autoridades policiales.
No descuidaba sus tareas agrícola-ganaderas, al punto que fue elegido para presidir la Sociedad Rural de Rosario, entre 1907 y 1910.
En el año del Centenario conoció a Georges Clemenceau —quien presidió el gobierno francés y que por su actuación hasta la terminación de la guerra del ‘14 recibió el nombre de “Padre de la Victoria”—. “He aquí el hombre que deben seguir los argentinos” dijo.

Selección, ¿habrá que empezar de nuevo?

Osvaldo Riganti—
La floja actuación en el Sudamericano ha dejado sin consuelo a la afición futbolística.
Argentina no impuso en ningún momento la superioridad de su fútbol ante Chile. Y puesto a patear penales le fue mucho peor. Perdió 4 a 1.
En el partido decisivo dominamos por momentos pero sin encontrar los caminos para circular o llegar con claridad. No se trata de tirar al arco por tirar ni abusar de “centritos”. Pero en los momentos en que no se llega por abajo, hay que “mechar” otras alternativas. Nos diluimos y el  Chile del argentino Sampaoli pudo controlarnos y hasta llegó, si bien aisladamente, a controlar el trámite e inclusive estuvo en posición de gol.